PERRO EN CELO By BLACKVELVET
La recompensa de un sumiso petplay puede ser hilarante además de un reto. Su Dueña le permite frotar su salchicha contra sus nalgas sin usar las manos y con un bozal puesto, mientras que ella dedica su atención a la lectura, esbozando una leve sonrisa al sentir el frotamiento y escuchar los esforzados jadeos de su mascota para llegar al final feliz. ¡Pero cuidado! Ella marca el ritmo, él no puede terminar antes de que se le autorice, y tampoco debe detenerse. Lo primero conduce al castigo, y lo segundo a la cancelación del tan ansiado premio. Aprender a gestionar la excitación es un deber que sólo se consigue con mucha práctica y… devoción.
Autor: Blackvelvet