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ENEMA DE CASTIGO: ¿Cómo se practica y qué precauciones debemos tomar?

El enema de castigo consiste en aplicar una lavativa que resulte incómoda, dolorosa y/o humillante para el/la sub, pudiendo combinarse con otras torturas y formas de castigo.

A diferencia de los enemas de limpieza y los enemas eróticos, que buscan ser lo más confortables posibles para el/la sub, los enemas de castigo se caracterizan por ser una tortura diseñada para llevar al/a la sub al límite y quebrar sus sentidos con sensaciones muy intensas.

Hay muchas formas de aplicar un enema de castigo y se pueden usar una gran variedad de líquidos y de elementos, pero es necesario conocer los potenciales riesgos que tienen cada uno de ellos sobre la integridad física de nuestr@ sub, dado que se trata de una práctica invasiva.

Hay tres tipos fundamentales de enemas de castigo: los masivos, los retentivos y los específicos.

  • Los enemas masivos consisten en la aplicación de un gran caudal de líquido, la cantidad media suele oscilar entre 1 y 2 litros, aunque pueden ser hasta 3 si el/la sub tiene una resistencia suficiente. El propósito de este tipo de enemas es distender las entrañas del/de la sub e inflar su vientre, creando en la persona sumisa una sensación de plenitud y de llenado, que puede maximizarse si se retiene el enema por un tiempo relativamente prolongado.
  • Los enemas retentivos están pensados para crear una sensación de relativa incomodidad en el/la sub, son enemas de un volumen moderado, entre 0 ́5 y 1 litro de líquido, y se retienen durante un tiempo prolongado, mientras el/la Dom puede aplicar otros tipos de castigos y/o torturas sobre el cuerpo del/de la sub. L@s subs más experimentad@s pueden combinar los enemas masivos con los de retención, y ser capaces de retener durante horas enemas de entre 1 ́5 y 2 litros de volumen. Retener durante mucho tiempo cantidades superiores resulta ya muy arriesgado desde el punto de vista clínico, dado que se somete al intestino a demasiada presión durante demasiado tiempo. Es muy común el uso de plugs y tapones anales durante un enema de retención, sea como complemento o como ayuda para que el/la sub retenga el líquido.
  • Los enemas de castigo específicos son aquellos que tienen características propias que el/la Dom agrega para hacer de ellos una tortura más intensa y singular. Existen muchas formas de potenciar la intensidad de un enema orientado al castigo y a la tortura del/de la sub, los únicos límites son aquellos que establece la prudencia y el sentido común, así como las posibilidades físicas de nuestr@ sub. Es muy importante cerciorarnos de que aquello que deseamos intentar sea seguro para la salud del/de la sub y establecer unas medidas de seguridad.

Una forma muy común y sencilla de realizar un enema de castigo es aplicar al/a la sub una lavativa de agua fría. El cambio súbito y el contraste de temperatura produce fuertes espasmos intestinales, dolorosos e incómodos, por lo que resulta una tortura muy intensa y efectiva.

El uso de elementos irritantes mezclados en el líquido del enema hacen que este ofrezca sensaciones muy intensas para la persona que lo recibe. Se puede usar salsa picante, pasta de dientes o limón, por ejemplo, pero es necesario tener en cuenta que, por seguridad, los elementos de carácter irritante deben ir convenientemente diluidos para prevenir quemaduras e irritaciones en el colon y los intestinos. Debemos restringir el uso de cualquier elemento alcohólico en el enema, dado que supone un serio riesgo de cólico y de quemaduras.

Si practicamos un enema de retención masivo es absolutamente desaconsejable someter al vientre de nuestr@ sub a golpes, pisotones, patadas o puñetazos, dado que existe riesgo de desgarro interno a causa de la presión, debemos limitarnos al uso de flogger o a torturar la piel.

La mejor forma de aplicar un enema de castigo es usando una bolsa para enemas medicinales, con una jeringa para enemas o una ducha anal de pera. Al igual que en el enema de limpieza se puede usar un aplicador adaptado a la manguera de la ducha si solo se va a usar agua.

Podemos hacer del enema algo humillante para el/la sub si, por ejemplo, usamos semen falso u orina como líquido. Retener el enema en público o mientras el/la sub nos está sirviendo o adoptando una postura de sumisión son otras buenas formas de añadir un grado más al tormento.
Nuestr@ sub también puede retener el enema mientras está atad@ o restringid@ sin posibilidad de escapar, en estos casos podemos obligar al/a la sub a retener el enema hasta su liberación y poner a prueba su resistencia con diversas torturas destinadas a dificultarle el reto.

El sexo anal durante un enema de castigo también puede ser una forma de añadir un plus a la tortura, ya sea practicando el coito o haciendo uso de todo tipo de juguetes anales. La masturbación del/de la sub también puede contribuir a aumentar la intensidad de las sensaciones.

El momento de la expulsión del enema puede poner el broche final a una larga e intensa sesión de castigo si logramos sincronizarlo con el orgasmo del/de la sub o con algún tipo de tortura que ofrezca fuertes sensaciones, como CBT, spanking, edging, denial o tortura de pezones.

 

Ilustración: neromasin

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