DOLOR: ¿Qué función cumple dentro de una sesión y cómo se debe regular?
El dolor es una respuesta fisiológica a las lesiones y agresiones externas que en el BDSMK usamos como potenciador de diversas sensaciones eróticas.
El dolor es un impulso nervioso de alta intensidad que cumple la función fisiológica de advertirnos de potenciales peligros para nuestra integridad física y que nos hace prevenir acciones que pueden suponer un riesgo de lesiones y que nos producen sensaciones dolorosas.
El dolor es una herramienta de supervivencia, nos hace aprender a identifica peligros y riesgos, a evitar las acciones y situaciones que lo causan, es una descarga eléctrica nerviosa de carácter traumático que nos pone en tensión y en guardia y que influye en nuestros comportamientos, condicionándolos en función de nuestra experiencia y de como nos hace sentir sufrir diferentes tipos de traumatismos. El dolor físico es una pulsión nerviosa con muy diferentes grados de intensidad y cada persona lo tolera de forma muy distinta.
El dolor es una pulsión estimuladora del sistema nervioso central, por lo que tiene la peculiaridad de producir descargas hormonales en proporción a la intensidad del mismo. La esencia del dolor físico es la oxitocina, un agente estimulante y vaso dilatador que produce una respuesta física de excitación y que aumenta la sensibilidad y las sensaciones de nuestros sentidos por un corto periodo de tiempo.
La oxitocina es también la sustancia responsable del orgasmo, durante el cual es liberada en grandes cantidades por nuestro torrente sanguíneo.
La aplicación controlada y correctamente medida del dolor puede resultar en sensaciones placenteras que ayuden a potenciar el disfrute erótico y sexual en la persona sub, sin embargo es necesario tener en cuenta que una saturación de dolor puede ahogar el placer y el disfrute.
El umbral de dolor marca el límite de tolerancia de una persona a la hora de ser sometida al dolor físico, puede diferir enormemente de una persona a otra, algunas tienen la capacidad de soportar un dolor realmente intenso y otras en cambio tienen una resistencia muy escasa.
Es muy importante que un/a Am@ sea consciente en todo momento del umbral de dolor de su sub, dado que si dicho umbral es traspasado el dolor dejará de ser placentero para convertirse en una sensación sumamente desagradable que dará al traste con la excitación y con el placer.
Es posible aumentar el umbral de dolor y la tolerancia al mismo de un/a sub mediante un entrenamiento basado en la exposición regular, dosificada y progresiva al dolor que tiene por objetivo aumentar la resistencia física del/de la sub y posibilitar que sean viables ciertas prácticas, sin embargo hay que tener en cuenta que este tipo de entrenamiento debe ser prolongado en el tiempo, muy constante y progresar en intensidad muy poco a poco para permitir al/a la sub adaptarse a las sensaciones, aprender a tolerarlas y a disfrutarlas.
Dentro de una sesión o escena BDSM el dolor físico puede cumplir diversos cometidos y tener diferentes significados. Si bien el dolor es interpretado de forma habitual por l@s subs como la esencia de un castigo este no tiene porque tener siempre una connotación punitiva.
L@s subs masoquistas, por ejemplo, interpretan el dolor como una recompensa y son capaces de extraer un gran placer del castigo físico y de la tortura corporal. Otr@s subs disfrutan del dolor moderado como complemento y aderezo para otras sensaciones eróticas y/o placenteras.
Much@s subs son capaces de disfrutar más del dolor que de las sensaciones que les proporciona el orgasmo, dado que si un/a Am@ es lo bastante hábil y conoce perfectamente el umbral de dolor de su sub puede torturarl@ durante horas, inundando su cuerpo poco a poco de la oxitocina que libera el dolor regulado y sostenido, hasta conseguir hacer que el/la sub entre en una especie de trance denominado «subspace», un estado de semiinconsciencia producido por la saturación de oxitocina en el torrente sanguíneo, que satura a su vez el cerebro.
Si bien el dolor físico es un aderezo esencial a una sesión o escena BDSM, la intensidad del mismo debe quedar claramente consignada en los límites establecidos antes de jugar y el/la Dom deberá prestar especial atención al umbral de tolerancia del/de la sub. El dolor no deseado puede ser una experiencia traumática para el/la sub, por lo que el/la Am@ deberá mostrar contención y prudencia a la hora de aplicar dolor físico, delimitando las mejores formas de hacerlo para conseguir las respuestas y reacciones deseadas por parte de su sub.
Ilustración: teruaki murakami