COSQUILLAS A MANO DURA
-¡¿Te ha dejado por una vainilla?!- César no pudo aguantar la risa y explotó en sonoras carcajadas.
-César, deja de descojonarte, quieres, ya es bastante humillante.
-Lo siento, lo siento, ya paro, jajaja.
-Jummm.
-Vale, Sele ya paro.
-Me siento mal.
-Ven aquí gatita.
Sele se acurrucó en los brazos de César.
-¿Cómo pudo haberme dejado por una mujer vainilla? Diosss, me siento tan mal.
-Sele deja de torturarte, no pasa nada ya encontrarás a otro, eres una mujer muy guapa y no sólo destacando tu belleza física, eres inteligente e intelectualmente tienes mucho que ofrecer. Y como sumisa eres…
-?? – Sele se apartó de César y le miró directamente a los ojos esperando su respuesta.
-Eres muy especial como sumisa, lo vives y te vinculas mucho a la persona pero eres bastante rebelde y necesitas mano dura.
De repente César se abalanzó y empezó a hacerle cosquillas.
-Jajaja.. César para, para por favor -dijo Sele entre risa y risa.
-No me gusta que estés tan triste, te mereces este castigo – dijo César con ternura…
Autora: Lady Nala.