La cinta adhesiva, especialmente la cinta americana, es un elemento casero muy socorrido para realizar un bondage de rápida ejecución y a la vez muy restrictivo.

No siempre es posible tener a mano un buen juego de cuerdas, unas esposas o artículos de bondage específicos, en estas situaciones debemos hacer gala de ingenio y aprovechar elementos caseros que tengamos a mano para realizar una sesión, y la cinta adhesiva es uno de ellos.

La cinta para empacar, la cinta aislante y la cinta americana o el esparadrapo son cuatro tipos de cinta adhesiva que podemos usar para practicar inmovilizaciones muy rápidas y efectivas. Tienen la característica común de contar con un gran poder adhesivo y de ceñirse mucho sobre la superficie de aplicación gracias a la elasticidad de sus materiales (caucho, látex, tela, goma, pvc, etc), lo que garantiza una inmovilización muy estricta. Debemos tener muy en cuenta que una vez que atemos el cuerpo con varias vueltas de cinta la única forma de liberar las ataduras sin incidentes desagradables será cortándolas con unas tijeras. Intentar quitar con brusquedad la cinta adhesiva de la piel será muy doloroso y arrancará de cuajo cualquier vello adherido al pegamento, lo mejor es cortar la cinta y después aplicar un disolvente, como agua caliente, agua oxigenada, alcohol medicinal o agua jabonosa e ir despegando la cinta de la piel poco a poco y con cuidado.

No es recomendable pegar la cinta sobre zonas sensibles como los genitales, los pezones o el perineo, a no ser que se tomen las precauciones necesarias para prevenir lesiones y desgarros accidentales. Debemos evitar usar cinta que cuente con bordes ásperos y afilados, dado que pueden producir cortes, las cintas adhesivas de papel, por lo tanto, no son nada recomendables para ser utilizadas.

Algunas personas son alérgicas a los materiales de ciertos tipos de cinta adhesiva o, más comúnmente, a alguno de los ingredientes del pegamento de las mismas. Antes de usar cinta adhesiva en una sesión debemos cerciorarnos de que nuestr@ sub no va a tener reacciones alérgicas cutáneas al contacto con la cinta o su adhesivo, tales como enrojecimiento atípico, picores agresivos, irritación dolorosa de poros, aparición de sarpullidos y/o úlceras cutáneas, etc. Una vez retirada la cinta deberemos limpiar la piel con abundante agua y jabón.

En sex-shops y páginas de artículos eróticos se puede conseguir cinta de bondage libre de adhesivos, fabricada en látex o polímeros plásticos de imitación del mismo, que se adhiere al cuerpo gracias a la humedad, resulta una buena alternativa para la cinta adhesiva corriente.

Dado que la cinta adhesiva puede ejercer una gran presión sobre la piel hay peligro de que un uso prolongado de la misma resulte en un corte de la circulación sanguínea y que produzca amoratamiento, hinchazón y adormecimiento localizados. Por estas razones nunca deberemos atar
con cinta adhesiva el cuello, las axilas o las ingles del/de la sub y el/la Dom tendrá que estar muy pendiente de los síntomas característicos del corte de riego sanguíneo para retirar la cinta cuando sea necesario y prevenir situaciones potencialmente peligrosas.

Además de para atar, la cinta adhesiva puede usarse para amordazar, aplicando una tira sobre la boca del/de la sub, podemos usarla para asegurar y sujetar vibradores u otros juguetes sexuales, de manera artística, para crear formas/dibujos sobre el cuerpo de nuestr@ sub, e incluso para practicar la momificación, cubriendo por completo o parcialmente el cuerpo. Una forma muy original de inmovilizar las manos es forrando los puños de cinta, quedando estos convertidos en unos muñones incapaces de sujetar nada hasta que son liberados del «forro».

Ilustración: misoshiro