No hubo problema a pesar de su edad para insertarle la cola en su ano. Una cola descomunal, colgando de entre sus tiesas nalgas que casi toca el suelo cuando camina a cuatro patas. Él la sigue a todas partes llevado por una fuerte correa de cuero que va desde su collar, cerrado al cuello por un candado, hasta la mano enguantada de su Dueña. Los jadeos propios de su estado físico, dada la edad y el descuido permanente no son impedimento mayor que sus ansias por seguirla como un perro fiel. Su temor a ser rechazado por viejo o inútil es su mayor incentivo para luchar contra el desgaste del tiempo en su cuerpo o la dureza del suelo en sus rodillas y codos. Ella se vuelve de vez en cuando para comprobar su estado, pero sin perder el rictus altivo y poderoso de Dómina. Una paradita de vez en cuando para que el chucho respire, enmascarándolo de un capricho de ella, como el de pulir el vertiginoso tacón de aguja que la eleva hasta el infinito, es suficiente para cumplir las expectativas de Ama y sumiso en una simbiosis perfecta.

Autor: BlackVelvet