MORDAZA DE ANILLO: ¿Qué usos tiene y qué debemos tener en cuenta?
La mordaza de anillo (“ring gag” en inglés) es un dispositivo diseñado para trabar la mandíbula y mantener abierta la boca del/de la sub. Es un elemento usado en el conocido como “bondage facial”.
La mordaza de anillo tiene dos clases de usos: práctico y estético/simbólico. Su uso práctico consiste en mantener abierta la mandíbula del/de la sub y así facilitar la penetración/uso sexual de su boca y/o garganta por parte de el/la Am@. Su uso estético/simbólico es de carácter fetichista y persigue fomentar en el/la sub un sentimiento de indefensión, exposición y humillación sexual. La mordaza de anillo convierte la boca del/de la sub en un orificio sexual que invita a ser usado, expone el interior de esta cavidad corporal y, por lo tanto, deja a la vista las intimidades de nuestro cuerpo, el/la Dom es capaz de ver nuestra boca, lengua, paladar, garganta y dentadura con claridad, algo que habitualmente se encuentra oculto y fuera de la vista, por lo que se podría decir que el/la sub se siente desnud@.
Para algun@s Dom resulta tremendamente excitante ver a un/a sub usando una mordaza de anillo, bien por tener fetiche por las bocas o por el uso del elemento en sí. Algun@s sumis@s sienten placer por la sensación de exposición e indefensión que causa llevar este tipo de mordaza.
Ahora bien, llevar esta mordaza no está exento de molestias. Tenemos que recordar que este elemento fuerza la apertura de la mandíbula, llevarla por mucho tiempo puede causar un doloroso entumecimiento. Podemos correr el peligro de desencajarnos la mandíbula si usamos una mordaza de anillo demasiado grande, es muy importante, por lo tanto, que tengamos cuidado en este aspecto. Muchas mordazas de anillo están hechas de metal, lo cual puede causar una dolorosa y desagradable sensación cuando nuestros dientes se presionan contra el anillo de la mordaza, podemos incluso correr el riesgo de dañar nuestra dentadura, para evitar esto es recomendable que forremos el anillo de la mordaza con cinta aislante, al menos en los puntos donde se deben apoyar nuestros dientes, de esta forma podremos acolchar la superficie y será mucho más confortable. Al colocar la mordaza tendremos que asegurarla bien para evitar que se mueva, de lo contrario quien la lleve puede hacerse daño. La mordaza, una vez colocada, nos impedirá hablar, por lo que debemos acordar un gesto de seguridad con el/la Dom.
Ilustración: okamura hijiki