No existe mayor placer que tener a una persona masculina a mi merced.

No puedo tener sumisas, pues siento que, por más placer que obtengan, siento que están predestinadas a algo más que ser un juguete de un Amo. Me nace, en vez de someterlas, trasmitirles las mieles de la servidumbre que me otorgan aquellos privilegiados que elijo para que me sirvan.

No es verdad que una Dominatrix elija a cualquiera que se eche a sus pies o les tribute más de lo que se les ordena…..nosotras tenemos, entre otros poderes, el de elegir con quién compartir nuestro valioso y preciado tiempo.

Ni hablar de nuestro vestuario.

No es apto para cualquiera semejante despliegue de elegancia, fetichismo y prestancia.

¿O acaso ustedes ven habitualmente tanto glamour por las calles?

Entre que sería un escandalo de este lado del planeta, considero que no todos están a la altura de vernos así.

Escribo para que muchas mujeres que aún desconocen el poder que tienen, lo vean reflejado en mis vivencias y en mis fotos. Y se animen a usar las prendas fetiches de su agrado.

Pero se que son muy pocas quienes se meten a leer nuestros escritos. La Dominatrix muchas veces asusta porque somos avasallantes.

Entonces recuerdo a mis fieles seguidores y como creo que ya me conocen lo suficiente, podría premiarlos con varias de mis imágenes, ejerciendo ese Pussy Power que tanto temen y a la vez tanto les atrae. Sin tanto palabrerío que pueden encontrar por muchos lados. Porque como escribí en  mi primera columna de aquella página que ya no es lo mismo de antes, Dominante se nace.

¿Qué mas podría agregar a lo ya dicho?

Tengo, por supuesto, muchísimas anécdotas que muchos me sugieren escriba un libro…..

Pero no será en este Blog donde las contaré. Ya veré si alguna vez se me antoja plasmarlas en un papel o en un e-book.

No lo sé, lo que si se es que no todos están a la altura o tienen la comprensión necesarias para comprender mi estilo de vida y cómo me relaciono con el resto de aquellas personas que transitan este camino, algunas por encima de la alfombra roja, otros siendo la alfombra y la gran mayoría, el más abyecto de los suelos.

Eso es el suelo de  nuestra indiferencia.

Por eso, si quieres llegar a alguien como yo, esmérate, haz lo que nunca has hecho para tener lo que nunca has tenido.

Les deseo muchas felicidades a  mis queridas colegas y por que no? a mis preciados caballeros que eligieron el arduo camino de servirnos

Autora: Mistress Carol