EL AMOR EN EL BDSM
He vivido relaciones en las que he llegado a estar enamorada del/la Dom, pero no por ello mi rol de sumisa ha decaído, puedo llegar a creer que es el estado ideal para entregarte de lleno en mente, corazón e incluso alma; el cuerpo es algo similar a un objeto en un escaparate, la esencia está en la trastienda.
He vivido una relación en la cual nos enamoramos las dos, la entrega fue mutua sin descuidar los roles, bonito si… hasta que mi Ama cayó del pedestal y de su rol, no fue capaz de sesionar más y esto hizo que la relación se fuera deteriorando hasta terminar.
He vivido relaciones en las que la admiración, adoración, eran parte de los lazos que me unían a Él, le veneraba sobre todas las cosas.
He vivido relaciones en las que el sentimiento casi brillaba por su ausencia, eran de tipo más bien carnal, el uso de mi cuerpo era solo lo que importaba.
He vivido relaciones las cuales con mi actitud engrandecía al Dom, relaciones que caían por su propio peso cuando el Dom no sabía como sacarme la esencia y terminaba por frustrarme.
Años de recorrido en los cuales mi fin era dar con ese Dom que me complementara en todo.
En mi humilde opinión (como os he dicho) el amor no es imprescindible en las relaciones D/s, hay lazos más profundos y duraderos que ese enamoramiento que nos turba la mente y nos confunde llegando incluso a hacernos olvidar cuál es nuestro rol y después de eso. ¿qué nos queda?
La honestidad, confianza, complicidad, respeto, lealtad, son valores primordiales que junto con otros nos enriquecen, son los pilares de una relación, son lazos que unen a las personas más allá del amor que perdura en el tiempo si son sólidos y compartidos.
Una relación D/s es un camino sin fin, con atajos que a veces nos alejan de él, a veces nos perdemos sin saber volver, otras volvemos a él más roles se retroalimentan y se potencian el uno del otro en ese camino infinito que se recorre juntos de la mano.
Lo importante es que los roles de una relación lo vivan y sientan al unísono.
