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BULLYING Y BDSM: ¿Cómo reconocer una situación de abuso disfrazada de D/s?

Existen personas que instrumentalizan las dinámicas D/s para encubrir situaciones de abuso, consiguiendo incluso que el/la sub desarrolle una idea falsa del BDSM al servicio de su interés.

Uno de los grandes estigmas que arrastra el BDSM, y que ha venido desacreditando a la comunidad, es la afirmación de que en ella son tendentes a refugiarse maltratador@s que intentan blanquear normalizar situaciones de bullying, extorsión o incluso de violencia de género.

Si bien el BDSM no tiene nada en común con estas deplorables situaciones su «fachada» constituye un reclamo para que maltratador@s intenten vender las relaciones desiguales que mantienen con sus maltratad@s como relaciones de D/s establecidas desde un consenso implícito. Es aquí donde podemos observar la primera señal de que no nos encontramos ante una verdadera relación BDSM. El consenso no es implícito, siempre debe ser explícito, libre y consciente, por lo que uno arrancado mediante coacciones o engaños tampoco debe darse por válido.

Un/a Dom abusador/a puede reconocerse por la enorme desigualdad de poder que se aprecia a simple vista entre el/ella y su sub. Este tipo de Dom se vanagloria de no «necesitar» una safeword, nunca sale de su rol, no se interesa por el bienestar de su sub, l@ veja y l@ maltrata.

Un rasgo inconfundible de un/a maltratador@ disfrazad@ de Dom es que nunca permitirá que su sub se pronuncie o tenga voz ni voto en público, también en las redes, donde el/la fals@ Dom ostentará un control total sobre lo que su sub debe decir o expresar en todo momento.

Un/a Dom abusador/a obligará a su sub a realizar prácticas extremas que le disgustan muy visiblemente y sus castigos no serán un juego consensuado sino escenas revestidas de enorme violencia física y psicológica, destinadas a hacer sufrir y causar verdadero daño a su víctima.

Un/a abusador/a, especialmente aquell@s que usan la extorsión (blackmail) para conseguir una sumisión forzosa de su víctima, considerarán a esta una propiedad, un/a esclav@ a su servicio carente de cualquier derecho o voluntad, y la condicionarán mentalmente para verlo así.

Detectar una situación de bullying disfrazada de D/s es, por lo tanto, sencillo para el ojo experto porque el abuso es absolutamente incompatible con las más elementales normas del BDSM. Por la salud y la respetabilidad del BDSM debemos combatir a l@s lob@s con piel de corder@.

 

Autor: Master Spintria

Ilustración: ijiranaide, nagatoro-san anime serie

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