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LÁGRIMAS

La Señora Dómina se encontraba esa tarde muy en silencio y súper liada en su ordenador,  mientras yo estaba haciendo mis tareas de limpieza tocó el timbre, fugazmente acudí a su requerimiento. La Señora me preguntó: “¿te quedas mucho para terminar?”  Le respondí: “no Señora, sólo recoger los utensilios de limpieza Señora“, ella me respondió: “bien, ahora lo haces, siéntate un poco y te voy a comentar un tema…”  Ya interiormente me hice una pequeña pregunta; ¿qué cosa habré hecho mal, para que la Señora me requiera?, pero la Señora empezó a comentarme, que sí podría colaborar para organizar la inauguración de su Estudio de Bdsm, rápidamente le respondí: “Si Señora, es un gran honor poder colaborar con usted y deseo ayudar en todo que esté en mi mano. La Señora me respondió que  contaba conmigo.

Transcurridos un par de días nos pusimos manos a la obra, yo compaginaba las tareas de limpieza con las tareas de ser la secretaria personal de la Señora. La Señora me proporcionó un vestuario de secretaria, era un vestuario muy elegante, pero con un aliño sensual. Estaba la Señora muy liada y estresada entre las mil y una cosas, que son habituales de la Señora, más la tarea organizativa del evento, la inauguración del Estudio, un sinfín de tareas… que si la lista de invitados, la lista de catering que la Señora quería ofrecer a los invitados, el vestuario de la Señora… también quería tener controlado el vestuario mío, era un ir y venir de cosas para hacer, y de otras cosas que surgían durante la preparación de evento. Estábamos sumergidas en una batalla contra el tiempo, cada vez, el tiempo jugaba en contra de nosotras, con menos tiempo y más cosas por delante para hacer me planteé sentirme tranquila, para poder transitar ésa emoción a la Señora, pero por dentro mía, no paraban de surgirme ideas para mostrarle a la Señora Dómina mi plena disposición para el evento de inauguración.

Los días fueron pasando y se acercó el día más esperado para la Señora Dómina, el día que había estado tratando con mucho mimo y esperando con muchas ansias, también la Señora terminó contagiándome ésa ansia. El mismo día a medida mañana, recibí un mensaje de la Señora, el cuál me decía a qué hora podría llegar yo, yo le respondí que cuando la Señora Dómina me lo diga, tras un breve intercambio de mensajes, acordamos que tenía que llegar con mucho tiempo de anticipación, para ultimar los detalles.

Así fue, llegué la saludé y corriendo me ordenó  vestirme, pero con el uniforme de faenas, el que iba usar durante el evento, lo tenía preparado para cuando llegarse la hora, empezamos la Señora Dómina y yo a preparar el catering en el patio interior del Estudio, no dábamos a basto, corríamos de un lado para otro poniendo la mesa y colocando los últimos detalles. Empezaron a llegar los primeros invitados, la Señora me ordenó  que los atendiese cordialmente, así fue, en un descuido la Señora, me ordenó que me fuera a cambiarme de uniforme, ahora si, ahora tocaba ponérmelo y lucí el uniforme de gala, el negro con el delantal blanco. Me lo puse lo más rápido que podía, me miré en el espejo, ya no era necesario ir a presentarme ante la Señora Dómina, porque me había enseñado a estar vestida correctamente. Una vez vestida me presento ante la Señora Dómina, que me ordenó estar atenta a las demandas que me podrían hacer los invitados.

Mientras la Señora Dómina  terminaba de arreglarse, en un momento dado, sonó el timbre con el que la Señora me requiere,  me presento ante la Señora,  que estaba impresionante de la belleza y el resplandor que tenía, me pidió que saliese detrás de ella y así lo hice, todos los invitados que estaban allí presentes se quedaron boquiabiertos, la Señora se hizo fotos con todos los asistentes y conmigo también. Ordenó que empezase la fiesta, a mí, me ordenó que estuviera atenta a los invitados y que también podría disfrutar del momento discretamente, así fue, en un momento dado la Señora habló con dos  amigas, a continuación ordenó a todos los asistentes que se metiesen en una sala, yo iba la última y la Señora Dómina, me ordenó “tú no, esperarte ahí sentada en una silla”, me quedé un poco frustrada, me quedé pesando, qué había hecho mal para que la Señora actuara de esa forma conmigo, me quedé desmoralizada, sentía que me estaba invadiendo la emoción de tristeza por dentro, a punto de llorar con mis lagrimas a flor de pie, bebí agua para clamar esa emoción, de pronto escuché unos paso, era una Señora Dómina amiga de la Señora Dómina anfitriona que venía, llegó donde estaba yo sentada, me dio la mano y a mismo tiempo me dijo: “venga vamos para dentro”, iba que me costaba dar los pasos por la emoción de decepción y de tristeza que tenía encima.

La Señora Dómina me condujo por el pasillo hasta llegar a la habitación, que alguna vez estuve con la Señora anfitriona, el ambiente era con una luz tenue, casi a ciegas, la Señora Dómina que me llevaba de la mano, abrió la puerta y me soltó la mano y entró, cuando la Señora Dómina, se pudo apartar de mí campo de visión, me quede en shock, estaban todos los asistentes reunidos a rededor de la Señora Dómina anfitriona que estaba sentada en el centro, a izquierda y derecha tenía dos Señoras Dóminas invitadas, me quedé sin reacción, la Señora sin mediar ninguna palabra me indicó con su mano al suelo, por iniciativa involuntariamente me postré de rodillas, con la vista hacia el suelo, la Señora Dómina anfitriona, me dijo acercate de rodillas,  obedecí y me acerqué de rodillas, había un silencio absoluto, me coloqué a escasos centímetros, una Sissy de una Señora invitada, le dio a su Señora Dómina una caja de madera y a su vez la Señora se la dio a la anfitriona, y la Señora Dómina tomó la palabra:

 

 – Sissy promete servir dignamente a la Señora: Si Señora.

 – Sissy promete ser real y fiel a la Señora: Si Señora.

 – Sissy promete guardar y salvaguardar los secretos de la Señora: Si Señora.

 – Señora promete proteger y educar dignamente a la Sissy: Si lo prometo. 

 

La Señora le dijo a la anfitriona que abrió la caja, yo estaba limbo, no sabía que estaba aconteciendo hasta que la Señora anfitriona, me levantó la cara y sacó el collar, el collar que es señal de propiedad de una Sissy es la mejor recompensa que se puede dar a una Sissy, se me acercó la Señora anfitriona, yo me sentía muy emocionada, se me escaparon algunas lágrimas, la Señora me colocó el collar  e igualmente se le escaparon algunas lágrimas, nos fundimos en un gran momento, los asistentes invitados empezaron a desfilar saliendo de la habitación, lo sentía, y a final nos quedamos a solas, limpiándonos las lágrimas mutuamente, Dómina y sissy, perdón mejor dicho, MI SEÑORA DÓMINA Y LA SISSY. 

 

 

Autor: Sissy Chantal

 

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