¡SEÑORAS, FEMINIZAD A VUESTRO HOMBRE!
Es un tema difícil de tratar, pero lo voy a intentar.
Hubo un momento en que miraste a tu hombre y consideraste el modo en que se comportaba, o como actuaba o se manejaba ante ciertas cosas, y decidiste que te gustaría feminizarlo.
O, mas posiblemente, él te ha estado insinuando que quiere que lo feminices. Puede estarte sugiriéndolo tímidamente, o de hecho puede que te lo esté suplicando sin parar, y dándote la lata para que se lo hagas.
Y llega el momento en que has decidido firmemente que vas a feminizar a tu hombre. Pero, ¿te estás preguntando por qué quieres feminizarlo? Probablemente te preguntes qué ventajas puedes obtener al hacerlo, ¿verdad? Y seguro que te preocupa lo que podrías perder, si lo feminizas.
Para empezar, veamos el tema del por qué.
¿Por qué feminizar a tu hombre?
Pues porque quieres hacerlo. Porque necesitas hacerlo. Porque te gusta la idea. ¡De hecho, te chifla la idea! Tienes que feminizarlo. Además, el convertirlo en una mujer es por su propio bien. Y es por tu placer. Te complace y te hace feliz el feminizarlo. ¡Y, desde luego, a él le va a gustar!
Específicamente, hay varias razones compulsivas por las que hacerlo.
1. La venganza. Bueno, esa es una razón que a mí personalmente no me gusta demasiado, pero hay algunas mujeres a las que les motiva la noción de la venganza. A veces esa venganza es debida a las injusticias que esa mujer ha sufrido directamente, tales como haber sido molestada sexualmente o incluso violada. A veces es algo que surge de toda una vida de ser obligada a ser servil, débil o dominada. Normalmente esas malas experiencias le han sido causadas por hombres… hombres que se impusieron físicamente sobre ella. O lo intentaron. O la humillaron. La hicieron sentirse servil, débil o dominada. Y ese es un tratamiento que a las mujeres no les gusta. Les gusta ser tratadas mejor, como iguales con la misma voz y voto. ¡De hecho, las mujeres deberían de ser tratadas como las superiores a los hombres que realmente son!
Igualmente hay algunas mujeres que son unas feministas radicales y que creen que ese es un modo en el que hacerles experimentar a los hombres lo que casi toda mujer ha sufrido en algún momento. En otras palabras, lo ven como una herramienta social, para lograr una mayor comprensión y un cambio positive en ellos.
Y también están esas situaciones en las que un compañero macho (esposo, novio, amigo, etc.) ha sido descubierto engañándola con otra persona (masculina o femenina). Habiendo sido traicionadas y ninguneadas, algunas mujeres usan la feminización para vengarse y, en este caso en particular, creo que la mayoría de nosotras aprobaríamos la feminización resultante.
2. La inversión de roles y la inversión de poder. Este es un sentimiento compartido tanto por la mujer de la relación como por su hombre. Aunque durante siglos la sociedad patriarcal nos ha estado lavando el cerebro con la idea de que el hombre ha de ser el “macho” y la mujer ha de ser la “hembra”, normalmente esos roles no se acoplan demasiado bien a la situación real. Esos roles nos fueron impuestos en tiempos prehistóricos por los machos alfa.
Hoy en día, muchas mujeres ya han conseguido una inversión de roles en muchas fases de la vida: ganan más dinero, tienen mejores trabajos, tienen más poder, pueden expresarse libremente. Por su parte, los hombres se hallan atrapados en un bucle temporal: ya no poseen en exclusividad el nicho del tener más dinero, más poder, más influencia, mejor posición social; y cada vez les es menos posible el expresarse libremente. Y, sin embargo, han sido educados para asumir ese rol, un rol que ya no es el suyo. Nunca fueron educados para asumir los roles de criado, cuidador de niños, compañero sumiso. Y esto crea un gran conflicto en la mayoría de relaciones de pareja de hoy en día. Por eso yo creo que, con el fin de derribar esa estúpida barrera de contención, muchas mujeres desean potenciar la inversión de rol y de poder feminizando a sus hombres. Eso tiene mucho sentido y, realmente, es una muy buena solución a la totalidad del problema de la relación de pareja.
Hay hombres, como el mío, que están dispuestos a intercambiar roles. Pero muchos de ellos tienen miedo a lo que se enfrentaráns en la sociedad: necesitan a una mujer Dominante que les “imponga” ese rol… aunque a veces de manera secreta, e inclusoen otras abiertamnente, estén de acuerdo con el ser feminizados, el caso es que temen a la reacción y el rechazo de la sociedad. Evidentemente hay hombres que están muy poco dispuestos a aceptar la feminización, pero eso es debido a los muchos siglos de represiva educación como machos alfa a que ha sido sometido el hombre.
3. La sexualidad. En general, las mujeres son más atractivas, mientras que los hombres lo son menos. Muchas mujeres actuales tienen la opción de poder juntarse con quien ellas quieran, lo que significa que, más que nunca, muchas de ellas están eligiendo formar parte y disfrutar de relaciones lésbicas. Pero hay otras mujeres que, aunque sintiéndose atraídas por su mismo sexo, siguen prefiriendo lo que ya conocen y la relativa seguridad de una relación heterosexual con hombres. Eso las coloca en una situación insostenible: les gustaría poder disfrutar de la belleza y del cómodo abrazo de una mujer, pero prefieren seguir teniendo una relación con un compañero menos atractivo, su hombre.
Pero hoy (¡Gracias a la Diosa!), vivimos en una era de alternativas, de libertad de elecciones, de libre albedrío. Así que, ahora, una mujer puede feminizer a su hombre tanto como le plazca, para así tener “lo mejor de ambos mundos”, para usar una frase muy manida. Y, naturalmente, eso puede ir más allá del simple aspecto de la belleza física: ella puede decidir que su hombre ha de vestir, en todo momento, ropa femenina, usar productos femeninos de belleza y de higiene íntima, lucir joyería y actuar de un modo femenino. Le puede ordenar llevar a cabo tareas que, previamente, eran consideradas como las faenas propias de la mujer. Pero también puede decidir que es preciso que elimine todo su vello corporal, que tiene que seguir dietas y ejercicios femeninos, tomar hormonas femeninas, someterse a cirugía de cambio de sexo, etc., etc.
También puede decidir que su hombre tiene que ser castigado sexualmente. Puede decidir penetrarlo con un consolador de arnés. Puede convertirlo en su esclavo de bondage (ataduras), en su muñeco de goma, en su juguete, en su criada y en lo que desee… Puede ponerle los cuernos, y puede buscarse otros compañeros sexuales, sean mujeres u hombres. Creo firmemente que este comportamiento está siendo elegido por cada vez más mujeres. Que pueden ser más agresivas al follarse a su hombre, o pueden ser más agresivas con otros compañeros sexuales. Es una situación en la que las mujeres siempre ganan. Y que abre la puerta de muchas experiencias maravillosas para la mujer, y también para su hombre. Pues ella también puede hacerle experimentar sexualmente a él.
4. El control. También esta motivación puede tener su parte mala. Pero, considera el hecho de que, durante casi toda la Historia, a las mujeres se nos han negado nuestros superiores derechos. Hemos sido controladas y ninguneadas. Nos han hecho servir, cuando éramos nosotras las que deberíamos haber sido servidas. Han puesto a los hombres por delante, cuando éramos nosotras las que debiéramos haber estado delante. Esto está cambiando, y son muchas las mujeres que están empleando la feminización para tener el control. Es cierto que muchos hombres se sienten más que contentos dejando que sus mujeres tomen el control, pero la feminización lo refuerza.
5. El amor. Oh, sí: esta es la principal razón para feminizar a tu hombre. Si lo quieres, lo feminizarás. Hay muchas posibilidades de que eso es lo que él esté deseando. Te hará feliz a ti el feminizarlo. Y le hará feliz a él ser tu compañero feminizado. ¡Hay tantas nuevas experiencias que seréis capaces de experimentar en cuanto hayas feminizado a tu hombre! Ambos os veréis liberados de buena parte del peso que la Sociedad os ha echado encima para que os conforméis a sus normas y expectativas. Ahora os podréis concentrar en complaceros el uno al otro, dentro de los confines de la nueva dinámica de vuestra relación, en la que la Hembra es la primaria y Dominante de los dos. O, como alternativa, podéis hallar nuevas salidas para vuestras necesidades sexuales y físicas… mientras sigues siéndole fiel, espiritual y mentalmente, a tu hombre feminizado. Él te amará, te necesitará y te deseará en su vida, mucho más que nunca antes, una vez que lo hayas feminizado.
Déjame enfatizar este punto: una vez que lo hayas feminizado, le habrás quitado su ego masculino, su orgullo masculino, y su lugar en la Sociedad como macho alfa. Y ya nunca jamás podrá recuperar esa posición social. Por consiguiente, eso es algo que debes de tener muy en cuenta cuando te decidas a feminizarlo. Es absolutamente necesario que estés decidida a luego mantenerlo contigo como tu compañero, y aún más necesario que estés decidida a mantenerlo feminizado (preferiblemente de un modo completo y en todo momento). Esto resulta aún más importante y necesario, si piensas buscarte otras relaciones sexuales. No importa si le haces tener relaciones homosexuals con tus nuevos amigo íntimos: un travestido que se relaciona con ambos sexos, una nenaza castigada… o si él sigue siendo tú única relación sexual. Tienes que permanecer dedicada a esa relación con él, por encima de todas las otras. Dado que tu eres superior a él y la Dominante, ahora él depende de ti y te obedece en todo. Porque, déjame que también enfatice este punto: una vez que lo hayas feminizado, tiene que someterse a ti por completo, obedecerte y atender a todos tus deseos y órdenes.
Si crees que soportar la carga de estar dedicada a tu hombre feminizado es demasiado para ti, tienes dos opciones: puedes decidir no feminizarlo, aunque eso sea difícil una vez que hayas visto la necesidad de hacerlo. La otra posibilidad es proceder con su feminización y dedicarte activamente a tratar de buscarle otra persona que lo ame y se dedique a él como el ex-macho, ahora feminizado, que ahora es. Eso puede resultarte más difícil de lo que parece, porque él puede preferir mantener intacta vuestra relación, y también porque puede ser un problema el hallarle una compañera (o quizá un compañero) que lo ame y lo acepte como ya es. Aunque estoy convencida de que, con el tiempo, eso será cada vez más fácil, a medida de que más y más mujeres vayan viendo la necesidad y los beneficios de feminizar a sus hombres.
¡Haz del mundo un lugar mejor, Transforma a tu hombre con satén y encajes!
Hallado en Internet.