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POSTMAN SLAVE

Una de las características que definen a un sumiso es su vocación de servidumbre. Los deseos de la Ama son los que marcan la relación, el modo de buscarse el uno al otro. Servir a una Ama es lo que da sentido a la propia sumisión. Hace poco tuve la oportunidad de servir a dos Amas. No en el modo en que muchos videos nos lo muestran, sino dando pleno sentido a la servidumbre.

La situación era la siguiente. El movimiento Femocracy Global se expande y tiene representantes en diferentes países y áreas lingüísticas. En España y áreas de habla hispana, la Señora Lady Monique de Nemours es la Líder de la comunidad. Paulatinamente el movimiento va teniendo representantes en diferentes áreas. Cada vez que una Dama toma posesión del cargo lo asume mediante una ceremonia.
El año pasado, la Señora Mistress Patricia fue elegida para representar al movimiento en Buenos Aires. Ama conocida en la ciudad porteña, se estimó que era una digna representante del movimiento. Una vez nombrada, la ceremonia en formato presencial se estimó complicada y se pensó en la posibilidad de hacerla virtual.
Es en este punto donde aparece mi posibilidad de servir. Conozco a la Señora Mistress Patricia desde hace años. Fue precisamente a través de su mediación que también pude conocer, no hace mucho, a la Señora Lady Monique de Nemours. La circunstancia de conocerlas a las dos y que tenía un viaje pendiente hizo que planearan la posibilidad de usarme como esclavo mensajero.
La cuestión es que diseñaron la ceremonia de entrega en dos actos. En el primero, en la casa de la Señora Lady Monique de Nemours, se haría el acto formal de nombramiento. Sería por videoconferencia. Pero habría una particularidad. En la ceremonia habría un esclavo presente que recibiría el certificado y la insignia de Femocracy para que pudiera llevarlo a la Señora Mistress Patricia. El segundo acto ya se produciría en la ciudad de Buenos Aires donde el esclavo entregaría, en persona y después de haberlo atesorado durante el viaje, lo recibido a la Señora.
En el primer acto fui citado a una hora concreta en una casa de una localidad al costado del mar. La casa de la Señora Lady Monique de Nemours es espaciosa, con un jardín bien resguardado de miradas ajenas. Hace tiempo aprendí que cuando una Ama cita a un esclavo a una hora determinada se debe estar a esa hora. Ni antes ni después.
En la casa me encontré con una escena de lo más cotidiana. Cuatro Damas estaban celebrando alegremente una sobremesa.  También estaba en la mesa otro esclavo, propiedad de una de las Señoras. Después de una breve presentación estuvimos conversando animadamente hasta la hora de la ceremonia. Como detalle significativo, la Señora Lady Monique nos hizo sentar a los esclavos en unos pequeños taburetes. Los detalles en el BDSM son parte inherente a su vivencia. Nuestra cabeza de esclavos asomaba a la altura de la mesa dejándonos en un lugar inferior, nuestro lugar.
A la hora de la ceremonia salimos al patio y nos situamos junto a una de las cercas. Había dos sillas. En una de ellas se sentó una de las Señoras con su esclavo arrodillado a su costado. En la otra se sentó la Señora Lady Monique y me indicó que me arrodillara a su lado. Me había colocado una máscara y debía sostener un cartel que me identificaba como el esclavo mensajero, «Postman slave». Otra de las Damas presentes ofició como cámara para registrar el evento.
La ceremonia fue breve pero emotiva. Mediante una tableta pudimos ver a la Señora Mistress Patricia. Las dos Damas conversaron y realizaron el protocolo de lectura. En el momento del nombramiento la emotividad subió de tono y alguna lágrima apareció. Las circunstancias recientes vividas por la Señora Mistress Patricia daban cabida a ellas.
Sólo al final, la Señora Lady Monique se dirigió hacia mí y me entregó el certificado y la insignia para que se los entregara -en mano- a la Señora Mistress Patricia. Terminada la ceremonia guardé la entrega para custodiarla hasta su entrega. La tarde siguió por los cauces que el Femdom ilumina y así terminó esta primera parte.
Durante los días previos a mi viaje estuve en contacto con las dos Señoras siendo consciente de mi misión. Llegado el momento realicé el viaje con las expectativas de poder cumplir mi cometido lo antes posible. Al aterrizar en Buenos Aires mandé un mensaje a la Señora Mistress Patricia, que ya había llegado y si podía dirigirme a su casa. Ella me contestó que sí, que me esperaba. El taxi me llevó del aeropuerto hasta el centro de la ciudad, muy cerca del Obelisco.
Cuando estaba en la dirección indicada, hablé a la Señora y me hizo subir. Inmediatamente después de entrar, me arrodillé y besé sus zapatos en señal de agradecimiento. Era un regalo servir de este modo y ser útil a las Señoras de este modo. Ella estaba emocionada.
Me preparó para el segundo acto de la ceremonia en que le entregaría -en mano- el certificado y su insignia. Siempre arrodillado, le hice entrega humildemente y di pleno sentido a la palabra «servir». Como sumiso, me sentí muy contento de haber podido ser útil para la comunidad de Damas que engloba a Femocracy. Sentí el poder de la Superioridad femenina.

He escrito estas líneas por encargo de la Señora Mistress Patricia y, de este modo, revivir una experiencia intensa por la cual estoy muy agradecido. Muchas gracias a las Señoras Mistress Patricia y Lady Monique de Nemours. También especiales gracias a las Señoras que acompañaron el proceso así como al sumiso que compartió ceremonia.

Postanslave.

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