LA VENUS DE LAS PIELES
Esta semana una adaptación de la obra de Leopold von Sacher-Masoch: La Venus de las Pieles.
Titulo original: Venus in Furs (La Venus de las Pieles)
Año: 1995
País: Holanda
Director: Victor Nieuwenhuijs, Maartje Seyferth
Reparto: André Arend van de Noord, Anne van der Ven, Meredith Chanahung, Claire Mijnals, Sabine Te Vrede, Raymond Thiry, Hilt de Vos
Presencia del BDSM: Alta
Tipo de relación BDSM: Femdom
SINOPSIS
El protagonista, Severin von Kusiemski, cuenta la historia de su relación con Wanda von Dunajew, al narrador de la historia, después de que éste a su vez le contara su conversación en sueños con una Venus cubierta de pieles, posiblemente inspirada por el cuadro colgado en el despacho de Severin, que retrata a ésta Venus y su sirviente. Severin cuenta como se había enamorado de una mujer, Wanda von Dunajew, a la que extorsiona para conseguir que le trate como su esclavo, en formas cada vez más humillantes.
OPINIÓN DESDE MI CUEVA
Tal vez sea la adaptación más fidedigna de la novela de Sacher-Masoch, si bien es cierto que se pierde por momentos la noción del argumento, la película es un ir y venir de fetiches y humillaciones. No obstante, el espíritu de la novela, la exigencia de Severin a Wanda de humillarle, se cumple a rajatabla, produciéndose la paradoja de quién domina a quién realmente. No es la primera vez que incluyo esta directora (codirectora en esta ocasión) en el blog, y en ambos casos el resultado es similar. Un tono blanco y negro al más puro estilo expresionista, ciertos toques surrealistas que conceden al film un carácter no apto para todos los estómagos, en esta ocasión también cuenta con actores desconocidos y que prácticamente éste ha sido el únido trabajo para el cine (el caso de Wanda) y como no, muchas referencias a otros importantes films, no puedo evitar acordarme de ‘Lolita’ en la sesión de pedicura, así como de ‘Un perro andaluz’ en el sangrado en primer plano. Como decía antes, el film está plagado de prácticas de BDSM, desde el suave fetichismo, pet play, pony boy, humillación verbal, servidumbre (enternecedor la manera de sostener a su Ama al meterla en la bañera) e incluso una forzada homosexualidad al ser flagelado por otro hombre. Si hay oportunidad, no debería perdérsela ningún devoto del BDSM.
Haced bondage,
ziri de Brishen