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LA DOMINACIÓN DE DIABLILLO

Buenos días lectores de BDSM Hoy, hoy os vengo a hablar de la Dominación Masculina, en este caso me pongo como ejemplo y os enseño la Dominación de Diablillo.

MALEDOM

Primero quiero aclarar que, lógicamente, existen diferencias entre el MaleDom y el FemDom, eso es algo innegable, pero no hace mejor uno u otro, simplemente tenemos diferentes maneras de hacerlo. Este artículo no es para meter a todos/as en el mismo saco, pues cada uno tiene su forma de dominar, pero hablando con unos y otros, si que he visto unas similitudes que nos diferencian de las mujeres a la hora de hacerlo.

Los hombres tendemos a seguir nuestra genética de protección hacia las mujeres, nos sale por instinto, mientras que las mujeres tienen un punto más sádico en ese aspecto. Pero esas actitudes vienen dadas por la parte sumisa, pues los hombres disfrutan más de ese dolor provocado, por el contrario, las mujeres sumisas tienden a una sumisión más mental. ¿Es mejor una u otra? No, en absoluto, la parte Dominante solo da a la parte sumisa lo que esta solicita.

Ese instinto de protección hace que nos preocupemos, quizás en demasía, por el dolor de la sumisa y que no le demos lo que, en ocasiones, nos piden. En ocasiones deberíamos ser un poco más duros, aumentar un poco el punto de sadismo y darle ese toque de dolor que nos solicitan. Pero ¿cómo vemos a la parte sumisa? Pues, realmente, la vemos como un ser frágil, que se entrega a nosotros y que dominamos en base a sus gustos. Sí la dominamos hasta el punto que nos piden, pero corremos (la mayoría) a darle los cuidados del Aftercare, porque inmediatamente nos llega ese momento de protección hacia ella. ¿Disfrutamos de esa forma de dominar tan protectora? Por supuesto, porque en ese momento nuestra genética nos indica que es lo que debemos hacer, ya sabéis eso de: “mujeres y niños primero” ante cualquier catástrofe. Llevamos miles de años protegiendo a las mujeres, y en este aspecto no somos muy diferentes.

 

GENTLE DOM

Uisss, ahora viene el palabro del día: Gentle Dom o Dominación Gentil (amable). Conmigo se extrañan mucho que trate a las sumisas con las que hablo, con el mismo respeto con el que trato a una persona Dominante. En ambos casos, les trato de Ud. (salvo que se me indique lo contrario) y con las definiciones de Caballero, Dama, señorita o señorito. ¿Por qué lo hago? Pues creo que, si nos tratamos con el respeto que se merece cada uno, las conversaciones y el trato sería mejor. Últimamente se ha impuesto el tuteo, que no me parece mal, pero el problema es que, con ese tuteo, se han incluido las faltas de respeto.

También puedo decir que mi forma de dominar es un poco menos agresiva de lo que mucha gente podría esperar, con más “cariño”, aunque haya momentos en los que pueda dejar salir ese punto sádico que tengo. Es diferente a la forma de dominar de las FemDom que conozco de forma más cercana. Ellas mismas me informan que durante las sesiones son más sádicas, sin llegar a causar lesiones, pero si que aplican una dosis de dolor más alto.

Pero hablando con sumisos, siempre me han comentado prácticamente lo mismo, ellos buscan ese tipo de dominación.

Ojo, que también existen GFD (Gentle Femme Dom o Dominas Gentiles), que practican una dominación “mas tierna”, que no todas son iguales. En pocas palabras podríamos aplicar desde la parte sumisa aquello de “cada uno tiene lo que se merece”, pues mirándolo por el lado bueno, los sumisos tiene un punto más masoquista que la sumisas y, en contra punto, las Dominas son un punto más sádicas que los Dominantes.

 

LA DOMINACIÓN DE DIABLILLO

¿Cómo soy como Dom? El nombre de Diablillo lo busqué a propósito, pues en cierto modo me describe a la perfección. Soy travieso, con humor, pero, al mismo tiempo, soy severo y firme en mis decisiones y mis actos. Tengo unas normas marcadas que, si se aceptan de inicio, me gustan que se cumplan a rajatabla, en eso soy intransigente y el incumplimiento de dichas normas, puede suponer el fin de la relación de forma drástica. Si se han hablado y pactado dichas normas, luego no me sirven las súplicas ni los lloros.

Soy una persona que lleva una vida muy marcada por horarios y normas estrictas de trabajo, algo que aplico a mi vida BDSM, por tanto, no permito que se rompan esas normas pactadas. Soy practicante de los métodos de la Vieja Escuela, con sus normas, protocolos, educación, ceremonias, y todo lo que conlleva. Sí, me adapto a la playlist de la sumisa en cuestión, pero no estoy para perder el tiempo repitiendo las cosas mil veces, eso es algo que no tolero.

 

RESUMIENDO EL ARTÍCULO

Sí, hay unas diferencias entre la forma de dominar ya seas hombre o mujer, pero esas diferencias no nos alejan tanto como parece. Ambos, por norma general, cuidamos y protegemos a nuestras propiedades. Este ha sido mi punto de vista desde el lado del hombre, con la experiencia que tengo y tras haber mantenido muchas conversaciones con unas y otros.

Sí, existe la forma Gentle Dom, en ambos lados y disfrutamos esa forma de ser. Creemos en ello y respetamos a la parte sumisa de igual manera que ellos nos respetan a nosotros. La educación y el respeto hacia el otro rol, forma parte de nosotros.

Espero y deseo que este artículo sea de vuestro agrado y que podamos compartir gustos, conocimientos y resolver las dudas que puedan surgir.

Recuerda que yo no soy ningún Maestro, solo soy una persona que expresa su experiencia y conocimientos dentro de nuestra cultura.

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