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HOMOSEXUALIDAD FORZADA

La homosexualidad forzada es uno de los últimos bastiones que una dominatriz puede ocupar cuando se fuerza a un esclavo varón a una práctica no consensuada. Suele suceder que en una relación Femdom que se va extendiendo en el tiempo, los límites iniciales que el sumiso creía inamovibles se van corriendo a medida que la mujer va exigiendo nuevas formas de ejercer su dominación. Por ejemplo, si ella lo sodomiza con dildos, ella puede querer verlo siendo cogido por otro hombre. Obligarlo a comportarse como un marica, un puto. Estos son los casos en que el morbo sádico – femenino se regodea en vencer la resistencia de un sumiso que claramente es heterosexual y que tiene que aceptar mamar o dejarse encular por otro hombre, feminizado o no.

En primer lugar, es una práctica cuyo morbo sólo puede comprenderse desde el punto de vista de la dominación femenina. Desde lo simbólico, carece de analogía maledom. Una sumisa obligada a sexo con otra mujer jamás sentirá la misma sensación de ruptura. Lo que el hombre entrega en la homosexualidad forzada es mucho más que el culo. Para la sociedad, lo que entrega es su propia identidad como hombre.
   En segundo lugar, recalco el carácter del forzamiento. Si el sexo fuera consentido porque el hombre es bisexual o tiene fuertes fantasías sissies, la práctica perdería gran parte de su morbo. Para el esclavo, su condición de sometido a los caprichos sádicos de su Ama debe justificar cualquier situación a la que deba someterse. Un consenso previo entre ambos destruiría el placer único que nace de su condición de esclavo.
   En tercer lugar, se requiere por parte de la dominatriz un gran pulso para ir llevando a su esclavo hacia situaciones forzadas pero al mismo tiempo hacerle sentir que Ella controla la situación. Lo que él se está dejando hacer es porque a Ella le da placer pero Ella está siempre presente y no le es indiferente. Si nos gusta jugar al juego de forzar al esclavo más allá de su voluntad inicial, nuestra atención sobre él debe ser máxima.
   Muchos dentro del BDSM opinan que esta conducta es un abuso. Un sumiso al que aprecié muchísimo, desgraciadamente fallecido hace unos años, dijo una vez. A menos que sea la Mujer Maravilla, yo no creo que exista Ama alguna que te pueda forzar (literalmente hablando) a nada. Haya o no haya consenso previo, el sumiso siempre tiene la opción de negarse.
   Pero que después no se queje si su Ama lo abandona porque no se siente obedecida. Muchas Amas no aceptan sumisos rebeldes.
Autora: Mistress Roxy

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