Todo el mundo tiene su fantasía o fetiche, y a todo el mundo le gustan diferentes cosas. Es parte de lo que nos hace una cultura tan diversificada, ¡sexualmente hablando! Muchas personas practican BDSM,  ya sea dominante o no. Si te gusta la idea del BDSM y tienes miedo de introducir a tu pareja, te ayudaremos con algunos consejos.

DEJA QUE TU PAREJA HABLE PRIMERO

Pregúntale a tu pareja qué le excita. Este no es el tipo de conversación donde te sientas y preguntas sus preferencias, por el contrario, aquí hay mucho más atractivo carnal que una simple charla. Muestra las escenas que sientes y observa la reacción de ella. Por ejemplo, toma una película con escenas que describen bien lo que tienes ganas en relación al  BDSM y ver la reacción de ella al verlas. Así que además de descubrir cosas nuevas con tu pareja, eres consciente y acabas conociendo un poco más sobre ella.

INTRODUCE LENTAMENTE PRÁCTICAS BDSM

No hagas sorpresas que no tengas noción sobre cuál será la reacción de ella. Es decir, no aparezcas de la nada con una ropa toda negra y un látigo en la mano. ¡Puedes asustarla! Trata de incorporar características del BDSM en tu día a día como, por ejemplo, vendar a tu pareja, hacer uso de velas, etc. Intenta incorporar también el uso de ropa interior más sexy que reflejen el mensaje que quieres, sin embargo, de forma más amena. Haz juegos, crea todo un clima sensual.

La “Caja de Fantasía” o “Caja de sorpresas” es algo que tu y tu pareja podéis intentar si eres muy tímido sobre el compartir tus fantasías con ella y / o aún no tienes coraje para introducir BDSM de cara. O, si tu pareja es muy tímida sobre el compartir sus fantasías contigo.

Anota sus fantasías en un pedazo de papel y colócalo en una caja. Habla con tu pareja para hacer lo mismo. Estipula reglas de que una vez por semana una fantasía diferente será retirada de la caja. Si la fantasía requiere algún tiempo, gasta ese tiempo con ella, así podréis comprar fantasías y adornos para una mejor satisfacción sexual. Decora la caja con cosas sexys y divertidas.

No importa la fantasía o el fetiche que tengas, lo importante es hacer de tu vida sexual algo siempre muy divertido y placentero. Puedes terminar sorprendiendo con su opinión sobre el temor de que ella te juzgue, puede ser que su fantasía sea más bizarra todavía o puede que los dos compartáis las mismas opiniones y ni lo sepáis.