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AFTERCARE: ¿En qué consiste y cómo se debe aplicar?

El “aftercare” (“cuidado posterior” en español) define, dentro del contexto del BDSM, al proceso de desescalada, tanto físico como mental y emocional, que se produce al finalizar una sesión.

Una sesión o escena BDSM supone una descarga de alto voltaje a nivel hormonal, físico, sexual, mental y emocional, a veces incluso espiritual. Durante el juego, cuando nos sumergimos en los roles y nos abandonamos a las sensaciones y a los fuertes estímulos que nos produce el momento, nuestros estados de consciencia, de ánimo, nuestra condición física y nuestra propia conducta se ven alterados, liberamos en nuestra sangre cantidades enormes de hormonas que tensan nuestro cuerpo, preparándolo para una larga sesión de tormento y de placer, la segregación constante y masiva de oxitocina, dopamina, adrenalina, noradrenalina y cortisol, que se mantiene a altos niveles durante una sesión larga e intensa de juego en ambos roles, lleva al cuerpo a un estado de delirio, lo tensa como una cuerda de piano, y, al bajar dichos niveles con la conclusión de la sesión y/o el orgasmo deja al cuerpo en un estado de debilidad y de agotamiento profundos, creando una fuerte sensación de vulnerabilidad o de debilidad, y a veces de culpa, vergüenza, depresión o abatimiento. En el momento que acaba una sesión o escena, sobre todo si los juegos y prácticas han sido muy intensos y prolongados, el cuerpo y la mente del/de la sub quedan exhaustos y expuestos, en carne viva, el dolor de las agujetas y las cicatrices, así como unos sentimientos y emociones a flor de piel se manifestarán. Es en esos momentos cuando el/la Dom deberá aplicar el aftercare, el proceso de desescalada que está pensado para aliviar, gratificar y retribuir al/a la sub por su desempeño. El aftercare debe ser tanto físico como mental y emocional, debe ser un bálsamo para calmar y tranquilizar a una persona que ha sido quebrada o ha estado próxima a estarlo a causa de las fuertes sensaciones y emociones de la sesión, es muy importante que en ese momento de debilidad el/la sub sienta más que nunca el calor, el cariño y el apoyo de su Dom, dado que en esos momentos la resaca del delirante torbellino de sensaciones y estímulos de la sesión suele dejar al/a la sub confus@, desorientad@, y con un fuerte sentimiento de abandono y de desnudez, de vulnerabilidad, de desamparo y de dependencia emocional.

El aftercare debe compaginar tanto los gestos tangibles como los intangibles. Los abrazos, la sanación de las heridas, los besos, las caricias, los masajes, el lavado y aseado del cuerpo del/de la sub, forman parte del aftercare físico, pensado para desestresar y recuperar el cuerpo del/de la sub. Las palabras dulces, los elogios, los piropos, las frases cariñosas, la conversación relajada y tranquila y los gestos cargados de afecto y de cariño forman parte del aftercare psicológico, que pretende desestresar la mente y apaciguar todas las emociones negativas o estresantes que el/la sub pueda albergar. Aftercare es que el/la sub vea que su Dom abre su corazón a su entrega, que la retribuye, es que el/la Dom haga saber que ha disfrutado, que ha gozado, para que su sub sienta que lo ha hecho bien y se pueda sentir alagad@ y feliz. Aftercare es sentir cercanía física y un lazo emocional, que Dom y sub sientan y expresen tras cada sesión una conexión especial.

Aftercare también es hablar, sincerarse, hablar sobre los sentimientos que la sesión ha producido, sobre sus pros y contras, consiste también en admitir errores y en pedir disculpas si algo ha salido mal o no del todo bien durante el juego, consiste en perdonar, comprender, entender, aprender, reír, llorar, superar barreras mentales, hablar cara a cara, empatizar, conmover y enamorar.

El aftercare es la fase más importante de una sesión BDSM, constituye el momento decisivo que marcará todo lo anterior como una experiencia positiva o una experiencia pésima. Un/a Dom no conquista a su sub con sesiones espectaculares, sino que llega a su corazón a través del aftercare, es ahí donde un/a sub puede juzgar si un/a Dom es o no un/a buen/a Am@. Un aftercare adecuado crea lazos de confianza, crea complicidad, crea familiaridad, cercanía y afecto, algo absolutamente esencial en cualquier relación D/s que se llame a sí misma tal.

Incluso si una sesión sale mal un buen aftercare suele compensar cualquier fracaso o falta por parte del/de la Dom, que deberá dar a su sub las muestras necesarias de atención, de respeto, de humildad, de sinceridad y de cariño suficientes para mantener su confianza y ganar de esta forma las mismas muestras por su parte en contraprestación. Una sesión sin aftercare puede ser una experiencia horrible y traumática para un/a sub, especialmente si es una persona emocionalmente muy sensible, dado que tendrá la sensación de haber sido usada como un mero objeto para después ser desechada, de hecho una sesión intensa sin aftercare de ninguna clase perfectamente puede ser sentida como una especie de violación por la persona sumisa y puede generar traumas, problemas mentales, depresión aguda y pérdida de autoestima.

Al igual que es esencial que el/la sub, que es la parte más vulnerable, reciba aftercare, también el/la Dom lo debe recibir en la misma medida, dado que aunque es cierto que no sufre un considerable estrés físico o sensaciones tan intensas durante la sesión, a lo largo de la misma si que esta expuest@ a un mayor nivel de estrés y de tensión mental y emocional. No debemos olvidar que el desempeño del/de la Dom condiciona el desarrollo correcto de la sesión y que este/a siempre estará concentrad@ en agradar y cumplir las expectativas del/de la sub a la vez que ejerce un considerable autocontrol sobre sus propios impulsos para no excederse ni extralimitarse, lo cual supone un gran estrés mental y un abatimiento anímico si el/la Dom considera que ha fallado en algo. La mejor forma que tiene un/a sub de dar aftercare a su Dom es apoyarle, aconsejarle, ayudarle, darle el mismo afecto, la misma confianza y honestidad que él/ella le dedique, mostrarse comprensiv@ con los fallos y defectos, debatir puntos a mejorar sin caer en el reproche y expresar su deseo de progresar junt@s.

Muy poc@s Dom han llegado demasiado lejos sin escuchar o sin cuidar a sus subs, y lo mismo a la inversa. La relación BDSM tiene dos polos, Dom y sub, y cada uno tiene sus propias necesidades de aftercare, cada rol tiene una responsabilidad de cuidado respecto al contrario, y no observar esas responsabilidades y deberes solo puede conllevar que la relación D/s fracase y termine en una experiencia desagradable y traumática, en lugar de ser algo mágico, íntimo, profundo, liberador y placentero, que es lo que una relación BDSM debe ser siempre.

 

 

Ilustración: kinkymation

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