Los plugs o tapones anales se usan en el BDSMK para dar placer o castigar al/a la sub, dependiendo de sus características, y son ideales para dilatar y preparar juegos anales posteriores.

A diferencia de los dildos, que están pensados para penetrar en profundidad y para ser manipulados, los plugs o tapones anales están diseñados para dilatar el ano y mantenerse dentro sin salirse gracias a un tope del que disponen en su parte inferior. Son un juguete erótico muy popular y tienen muchas aplicaciones dentro de los juegos BDSM. Los plugs, al quedar “anclados” y asegurados dentro del ano pueden ser usados para ser llevados durante un tiempo para dilatar el esfínter y favorecer otras prácticas de sexo anal posteriores más intensas o que requieran de una importante dilatación previa, también pueden usarse para ser llevados en público como parte de una escena de public play, ya sea bajo la ropa de forma discreta o de forma más o menos evidente, ciertos plugs están fabricados con una forma concreta para proporcionar sensaciones intensas al caminar con ellos. Mientras algunos plugs son accesorios meramente decorativos (como aquellos conocidos como “joyas anales”) y no suponen ningún esfuerzo llevarlos otros están destinados a dar sensaciones muy fuertes e intensas.

Lo primero que tenemos que tener en cuenta al comenzar a usar este tipo de juguetes es que se debe siempre progresar desde el tamaño más pequeño hasta los más grandes, intentar introducir en nuestro ano un plug por encima de nuestras posibilidades puede ser una experiencia desagradable y dolorosa, por lo que se debe seguir siempre una prudencia y establecer una escala razonable de tallas dentro de la cual iremos progresando poco a poco desde los tamaños más pequeños a los más grandes, usando por supuesto, generosas cantidades de lubricante en todos los casos y sin forzar en demasía la entrada del juguete en el recto. Los tiempos de retención del juguete dentro del ano también deben ser progresivos y es necesario que veamos las señales que nos transmite nuestro propio cuerpo para saber donde está nuestro límite, especialmente cuando estamos jugando con los tamaños más grandes. A mayor anchura y tamaño del plug mayor será la presión que este ejercerá sobre las paredes del recto, estimulando puntos erógenos como la próstata, el perineo y las paredes vaginales y uterinas.

En una sesión BDSM los plugs resultan de lo más útiles para entrenar, castigar y recompensar a nuestr@ sub. Establecer un hábito de llevar un plug de un tamaño determinado durante un tiempo o mientras se hacen otros juegos es una buena forma de entrenar el ano de nuestr@ sub y hacer que gane flexibilidad, por ejemplo, además de que resultará en una tarea humillante y placentera a partes iguales para él/ella. Existen en el mercado plugs con funciones vibradoras y hasta de electroestimulación que son muy útiles a la hora de plantear sesiones basadas en recompensas y castigos. Hacer que un/a sub en castidad lleve un plug mientras guarda esa disciplina hará que tenga una estimulación anal constante que será parte de la tortura. Existen también plugs con colas que se usan en contextos de pet play; plugs de anillo, que facilitan las exploraciones anales y prácticas como los enemas; plugs inflables, que se hinchan gracias a una pera de aire y que se usan para lograr niveles de dilatación anal muy altos y preparar prácticas como puede ser el fisting; y plugs de tamaños y formas bizarras, impresionantes o gigantes que
se usan, en el caso de subs ya con gran nivel de acondicionamiento y de resistencia, para juegos extremos de distensión anal. Algunos plugs son a la vez dildos o cuentas anales, lo cual les da un plus de sensaciones y de morbo.

Es muy importante que el/la Dom esté muy bien familiarizad@ con el uso correcto de los distintos tipos de plugs o que se documente muy bien antes de proceder con su uso para evitar accidentes que puedan derivar en desgarros y heridas anales. También es muy importante que se dedique el tiempo necesario a la lubricación previa del ano del/de la sub y a las diversas técnicas de relajación previa del músculo del esfínter para facilitar la inserción del plug, especialmente si este es de un tamaño grande. El plug debe lubricarse con una generosa cantidad de lubricante para que deslice bien contra las paredes del recto sin dañarlas, y si el/la sub lo lleva por un tiempo medianamente prolongado se debe extraer periódicamente para volver a lubricarlo y así prevenir que se pueda quedar “seco” y causar dolor y molestia.

Los plugs pueden usarse también como complemento a los enemas eróticos y de castigo, después de aplicárselo al/a la sub el plug introducido en su ano le impedirá expulsar el enema antes de que el/la Am@ lo desee, pero el plug debe ser lo bastante ancho para taponarl@ bien.

Los plugs que cuentan en su base con una forma de cuello resultan los más seguros de llevar y son los más fiables, dado que el esfínter se cerrará al terminar de introducirlos alrededor de ese cuello en la base del plug, manteniéndolo dentro y bien asegurado, no podrá caerse.

Ilustración: po-ju